de la Mugre
Avanzar hacia la infinitud de la suciedad.
Integrarse en el vértigo de la mancha.
Recombinarse con la hondura del harapo.
Reconocer que, cualquiera que sea su origen, todo es o está en proceso de ser de la mugre. Es el foco quien se siente atraído por la sombra de su margen; es el
límite quien tizna de luz a la idea. Y disfrutar las vistas que se tienen desde lo hondo.
Si esta es la posición que nos dejan, que sea lenta, suave y lúbrica como todas las escenas de las que no se puede salir. De la Mugre es coda y apellido, asunción
de espacio y tiempo, estrato para crear y comunicarse. Forma para decir que seguimos vivas, detrás de lo evidente, contra toda la lógica de la subordinación.
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